La primera simulación de la conductividad del aluminio abre la puerta a experimentos que, si se realizan por completo, podrían conducir a una alternativa de aluminio “ultraconductor” al cobre que sería útil en mercados más allá de las líneas de transmisión, revolucionando los vehículos, la electrónica y la red eléctrica, según los autores.
Según el estudio, el aluminio podría lograr una conductividad de hasta un 80 o 90 % de la del cobre, haciéndolo más rentable debido a que es más liviano, barato y abundante.
La demanda de cobre está superando rápidamente su disponibilidad actual, lo que eleva su costo. El cobre es un excelente conductor eléctrico, se usa en todo, desde dispositivos electrónicos portátiles hasta cables de transmisión submarinos que alimentan Internet, pero no se puede escapar del hecho de que el cobre tiene cada vez menos disponibilidad y aumenta su valor.
El aluminio tiene solo un tercio del precio y el peso del cobre, pero solo tiene un 60 % de conductividad. La conductividad relativamente baja del aluminio puede ser una limitación en algunas aplicaciones del mundo real.
"La conductividad es clave porque un cable más liviano con una conducción equivalente se puede usar para diseñar motores más livianos y otros componentes eléctricos, por lo que un vehículo, por ejemplo, podría recorrer distancias más largas", dijo Keerti Kappagantula, uno de sus autores.
"Todo, desde los componentes electrónicos de un automóvil hasta la generación de energía y la transmisión de esa energía a su hogar a través de la red para cargar la batería de su automóvil, cualquier cosa que funcione con electricidad, todo puede volverse más eficiente", agregó.
Aumentar la conductividad del aluminio cambiaría las reglas del juego. "Durante años, pensamos que los metales no podían hacerse más conductores. Pero ese no es el caso. Si alteras la estructura del metal e introduces los aditivos correctos, de hecho puedes influir en sus propiedades", cerró.