Ya comenzó la primavera y, con la nueva estación, aumentan gradualmente las temperaturas.
Por eso, aquí van algunos consejos muy útiles para aprovechar algunos elementos de casa y la incorporación de acciones sencillas que contribuyen a cuidar el planeta y el bolsillo económico a partir del buen uso de la electricidad.
- Colocar plantas en todas las habitaciones. Sí, incluido el baño. Aunque parezca extraño, este método reduce la sensación térmica, refrescando el ambiente a partir de su transpiración. Algunas de las plantas que realizan este proceso más rápido - y que resultan más efectivas son - el helecho, la lengua de tigre y la cinta.
- Algodón. A diferencia de lo que mucha gente cree, no es recomendable dormir con poca ropa o aparatos de refrigeración encendidos. Hacer esto puede ocasionar una mala calidad de sueño y, en el caso de los aires acondicionados, hasta gripes. En cambio, sí resulta útil utilizar pijamas o sábanas de algodón, ya que ayudan a absorber la transpiración.
- Controlar los aires acondicionados. Resulta una obviedad, pero no lo es. Bajar la temperatura del aire acondicionado por debajo de los 26 grados significa consumir un 8 % más de energía por cada grado de diferencia. Lo recomendable, entonces, es refrescar la habitación unas horas antes de acostarse, incluso abriendo ventanas para ventilar y generar corrientes de aire.
- Atención con las aberturas. Entendiendo por esto a puertas y ventanas, son el principal causante de la filtración de temperatura del hogar. Procurar mantenerlas cerradas cuando se refrigera puede suponer ahorrar hasta un 30 % en la factura mensual de electricidad.
- Uso de electrodomésticos. Los que más energía requieren son el lavavajillas, la lavadora y el horno eléctrico y microondas. Por ende, es mejor utilizarlos durante la noche, para evitar que el calor generado intervenga demasiado en el ambiente y no haga falta refrigerar de alguna manera. En lo posible, se debe utilizar electrodomésticos energéticamente eficientes (A+++) y desactivar todo aquello que no se utilice con frecuencia (licuadora) o no se va usar durante un cierto periodo de tiempo (televisión).
- Bombillas LED. Es el “as bajo la manga” de cualquier ahorro de energía eléctrica. Reemplazar los tradicionales focos o bombillas halógenas por iluminación LED supone una iluminación más efectiva, duradera y menos contaminante, además de evitar el desperdicio de dinero.
Se trata de simples pero poderosos consejos que, bien aplicados, pueden ayudar a hacer una verdadera diferencia en la factura eléctrica de fin de mes.