Ya sea por una u otra cuestión, eventualmente los usuarios residenciales tienen la necesidad de manipular la electricidad, y si bien es cierto que siempre se aconseja la contratación de un experto en determinadas tareas, existen ciertas cosas más sencillas que pueden ser realizadas por casi cualquier persona.

No obstante, a nivel general es bueno recordar que sea como sea que se esté expuesto, es recomendable tomar ciertas precauciones para evitar accidentes o, en el desafortunado caso de que ocurran, saber cómo lidiar con la situación.

Por eso, aquí van algunos consejos a modo de cuidado para tratar con la electricidad:

- Llamar a un especialista para reemplazar los cables que se encuentran dañados o deshilachados.

- No colocar cables por debajo de las alfombras, ni cerca de muebles que sean movidos con frecuencia.

- Nunca sobrecargar los tomacorrientes, ya que se pueden generar cortocircuitos que deriven en un incendio. Para evitar esto, se aconseja contar con prolongadores TRV, que no solo garantizan seguridad, sino también comodidad y practicidad.

- Proteger los tomacorrientes con tapas de plástico con el fin de evitar que los niños los toquen o inserten objetos.

- Si un aparato conectado a la fuente de alimentación cae al agua, no tocarlo hasta desconectar la energía.

- Nunca se debe abrir la heladera descalzo, ni mucho menos utilizar un secador de pelo con las manos húmedas o mojadas.

- Mantener calefactores portátiles o estufas alejados de cortinas y alfombras.

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