Muy probablemente, cualquier persona haya escuchado durante su vida, alguna vez, hablar sobre "dos tipos de corriente": la alterna y la continua. ¿Son distintas? ¿Qué son?
Antes que nada, se debe aclarar que la palabra corriente define el flujo de carga eléctrica que se mueve a través de un material conductor durante un periodo de tiempo determinado. De esta forma, es muy probable relacionar "corriente" con un motor eléctrico, un auto o el cable que conecta un velador con el enchufe.
Y eso es correcto pero, ¿qué es la corriente continua?
También llamada corriente directa, es un tipo de corriente de flujo continuo de carga eléctrica. Un ejemplo de esta es la producida por pilas o baterías. En esos casos, se encuentran dos extremos que son los encargados de generar una tensión constante que no cambia con el tiempo. Cuando se conectan estos componentes a un receptor, la corriente que circula será constante y no varía la dirección de la circulación; la intensidad de la corriente siempre va a ser la misma.
En la actualidad, todos los equipos electrónicos, a pesar de que se conectan mediante corriente alterna, cuentan con una fuente de alimentación encargada de hacer que el convertidor de corriente alterna pase a ser electricidad de corriente directa.
En tanto, la corriente alterna es aquella que se produce mediante alternadores y generadas en las centrales eléctricas. Es aquella que se puede transportar y generar. Hoy, toda la corriente utilizada en una vivienda es de este tipo. El alternador (en la central) hace girar sus hélices a una determinada velocidad que, generalmente, alcanza las 50 veces por segundo (50 Hz), logrando una onda de corriente y tensión senoidal.
Asimismo, la tensión generada entre los dos polos varía con el tiempo en forma de onda sensorial.
El voltaje de la electricidad alterna cambia entre los valores máximos y mínimo de forma cíclica, es decir, la mitad del valor de voltaje es positivo y el resto negativo. Este tipo de corriente posee una serie de características tales como la forma de la onda, amplitud y frecuencia.
Pero, ¿es mejor una que otra?
En principio, no. Solo que los usos prácticos hacen prevalecer a la alterna sobre la continua. La primera es relativamente fácil de transportar y transformar. Incluso aunque en este punto ambas fuesen iguales, la continua tiene solo un flujo de energía, y la alterna dos, por lo que da igual conectar un dispositivo a un enchufe con uno u otro polo.
Además, el flujo de electrones en la corriente continua tiene lugar a través de un cable metálico o material conductor, por lo que los electrones son repelidos por uno de los polos del campo magnético, y atraidos por el otro.